Hacer lo que hace todo el mundo está genial, y por supuesto no puedes perderte los monumentos esenciales de la ciudad de Valencia, pero si eres «diferente» te gustarán las siguientes recomendaciones.
Te proponemos 10 cosas que hacer en Valencia DIFERENTES.
1.Sube a la Torres de Santa Catalina: Conoce Valencia desde las alturas. Hay varias torres representativas de la ciudad de Valencia pero sin duda, la menos conocida es La Torre de Santa Catalina. Situada a continuación de la Plaza de la Reina a la puerta del conocido barrio del Mercat se construyó en el siglo XVII en estilo barroco y está unida a la Iglesia del mismo nombre que se remonta al siglo XIII al periodo de la Reconquista y es una de las Iglesias fundacionales de Valencia.
2. No te pierdas del volteo de campanas de «El Micalet», no hay torre más conocida en la ciudad que «El Miguelete» o «Micalet» como le conocemos de manera cariñosa los valencianos. Se trata de la torre de la Catedral de Valencia construida en el siglo XIV y que no quedaría unida al templo hasta el siglo siguiente. La campana más importante de la Torre se llama Miguel y es la campaña más grande de todo el Reino de Aragón que todavía se mantiene en uso. Si quieres más información sobre esta actividad ponte en contacto con los campaneros de la Catedral.
Consejo: Merece la pena subir sus 207 escalones. La recompensa: una de las mejores vistas de la ciudad de Valencia.
3. Visita el interior de la Ópera Reina Sofia (Palau de les Arts): La Ciudad de las Artes y de las Ciencias es una de las joyas de la corona de la ciudad. Aunque la mayoría de los turistas deciden visitar el Oceanográfico, nosotros te recomendamos que no te pierdas la visita al interior de la Ópera Reina Sofía. Abierta en el año 2005, es una de las óperas más importantes de Europa, dispone de cuatro espacios diferenciados donde tienen lugar diferentes espectáculos a lo largo de todo el año y recibiendo artistas tan como importantes como, el conocido cantante Plácido Domingo. Si quieres más información sobre las visitas guiadas al interior del edificio puedes contactarles directamente.
Nuestro secreto: La Ópera de Valencia es uno de nuestros edificios preferidos
4. Acércate hasta el Convento de «El Carmen»: Cambia de ruta en el centro histórico y visita el Convento del Carmen. Situado cerca de las Torres de Serranos fue construido durante el siglo XIII extramuros de la ciudad árabe y así permaneció hasta la construcción de la última muralla de la ciudad. Sería el lugar de residencia de los carmelitas calzados hasta la desamortización de Mendizabal en el siglo XIX. Este convento forma parte de los monumentos más importantes aunque menos visitados de la ciudad de Valencia, a pesar de ser el precursor del Museo de Bellas Artes San Pío V y albergar en su interior desde 1848 y hasta 1986 la Academia de Bellas Artes de San Carlos, aquí se formaron artistas valencianos tan importantes como Mariano Benlliure. Además, su claustro renacentista es, desde mi punto de vista, uno de los lugares más bonitos de la ciudad de Valencia.
5. Descubre los «Baños del Almirante»: baños de estilo musulmán pero que serían construidos en la ciudad ya bajo la dominación cristiana de Jaume II, hacia el año 1313, por Pere de Vilarasa, doctor en leyes y miembro del Consejo Real del Monarca. El edificio sigue el esquema de baño árabe de vapor o hamman, siguiendo la estructura de: vestíbulos, salas abovedadas (sala fría, templada y caliente), letrinas, caldera y depósitos de leña. Lo que sin duda, más sorprende a quién las visita es que se encontraron en uso hasta el año 1959, después de ser utilizados durante 650 años como baño público.
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6. Ir en bicicleta hasta la Albufera de Valencia. Anímate y haz un poco de deporte, acércate hasta el Parque Natural de la Albufera dando un paseo en bicicleta. Te prometemos que ¡no te arrepentirás!, apenas a 14km de la ciudad, constituye una zona perfecta para desconectar y disfrutar de la naturaleza. Además podrás darte un paseo en barco y comerte una espectacular paella en el pueblo de «El Palmar». No olvides consultar bien la ruta antes de salir y tener mucha precaución durante tu recorrido
Recomendación: una parada en la Gola de Pujol, desde donde tendrás uno de los mejores atardeceres de España.
7. Recorre el antiguo cauce del Río Turia en tren: coge el tren del Turia y recorre unos 4 km de este maravilloso parque que recorre la ciudad de Valencia de norte a sur. Podrás coger lo la misma Ciudad de las Artes y de las Ciencias para acercarte de nuevo hasta el centro histórico o si te apetece dar la vuelta completa y volver hasta el complejo construido por Calatrava. Si quieres mucha más información de esta actividad, consulta su web. ACTUALIZACIÓN 2019: El tren ya no se encuentra en funcionamiento por motivos completamente ajenos a esta empresa.
¿Aún no sabes cómo cocinar la auténtica Paella Valencia? No puedes irte de Valencia sin aprender
8. Haz un taller de paella. Descubre la auténtica y real paella valenciana, como decían hace unas semanas en un artículo del periódico «El País»: «Paella con cosas, no es paella». Aprende como cocinamos los valencianos la paella, sus ingredientes y sobre todo la tradición que rodea este característico plato. Si te apetece vivir esta actividad, consúltanos.
9. Entra al edificio de Correos de Valencia: nadie lo hace, pero te aseguramos es espectacular. Su cúpula de cristal es sin lugar a dudas la más bonita de la ciudad. Formado por 3500 piezas de hierro emplomado fue realizado en Madrid en el taller de los hermanos Maumé-Jean, taller francés que se especializó en la realización de vidrieras artísticas.
10. Visita los Jardines de Monforte: aunque los Jardines del Turia son una de las zonas más espectaculares de la ciudad de Valencia, si quieres disfrutar de unos jardines mucho más tranquilos os recomendamos los «Jardines de Monforte». En el año 1941 fueron declarados «Monumento Histórico Artístico», en su interior encontrarás 33 estatuas de mármol, varios estanques y hasta nenúfares. Por si no lo sabías, los leones de estos jardines fueron los primeros que se construyeron para el Congreso de los Diputados en Madrid, pero no llegaron a colocarse debido a su tamaño, ya que se consideraron demasiado pequeños.